Tras casi 4 años en prisión, absueltas por la SCJN, liberan a indígenas otomíes

■ Alberta y Teresa fueron apresadas, imputadas y sentenciadas en base a pruebas y declaraciones falsas

Luego de permanecer 3 años y ocho meses en prisión por un delito que no cometieron, las indígenas otomíes Alberta Alcántara y Teresa González fueron liberadas la tarde de este miércoles, después de que el pleno de magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolviera por unanimidad absolverlas del delito de secuestro de seis elementos de la desparecida Agencia Federal de Investigaciones (AFI.
La salida del penal femenil de San José el Alto, ubicado en la ciudad de Querétaro, se produjo alrededor de las seis de la tarde a bordo de un vehículo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, organismo no gubernamental que encabezó la defensa de las mujeres durante todo el tiempo que permanecieron en esas instalaciones.
Teresa, con su hija Jazmín en brazos –nació en el penal-, solo exclamó: “estamos muy contentas porque al fin se hizo justicia.
Por su parte, Andrés Díaz, un de los abogados defensores, mencionó: "están muy contentas, están muy felices por la resolución…estamos totalmente conformes de la decisión, pues se da un paso hacia la justicia. No es todo pero finalmente es un primer paso”.
En tanto que hoy, Luis Arriaga, director del la organización defensora, en entrevista radiofónica, consideró que la resolución final en el caso de Teresa y Alberta es de suma importancia, dado que con ello la SCJN, con las facultades que le asisten, podría sentar un precedente que vendría a solucionar muchos casos similares en prisiones de todo el país.
Denunció además la discriminación en el sistema de justicia por razones de género, de etnia y de condición socioeconómica; la incapacidad de la Procuraduría General de la República (PGR) en cuanto a sus fallidos operativos y de los juzgados de distrito en la integración correcta para los juicios. Este caso "pone a la luz las graves falencias del sistema de administración y procuración de justicia", señaló Arriaga
De la difícil circunstancia que vivieron, las mujeres culparon al juez cuarto de distrito de Querétaro, que en su momento les declaró culpables de los cargos imputados con base a pruebas y testimonios falsos; y pidieron una disculpa pública por parte de las autoridades.
A su vez, Amnistía Internacional (AI) se congratuló por la liberación de las dos mujeres ñañús, a quienes, por considerar que los motivos por el que estaban presas era el de ser mujeres, indígenas y pobres, les declarara “prisioneras de conciencia”.
Cabe mencionar que a esta liberación le precede la de Jacinta Francisco Marcial el pasado septiembre 16, quien fuera recluida junto con Teresa y Alberta bajo los mismos cargos y sentenciada a cumplir 21 años de prisión. En su caso, fue la PGR quien dio marcha atrás, luego de una gran actividad de denuncia por parte de organizaciones no gubernamentales y de que fuera declarada también “prisionera de conciencia” por AI.