Quiere gobierno cerrar la única escuela que no cobra cuotas

Inicia madre de familia cruzada para rescatar la primaria Azteca

Pablo Hernández Batista
Bajo un argumento irrelevante, autoridades educativas de la Zona Norte intentan cerrar la primaria Azteca con la finalidad de utilizar su edificio como mera oficina burocrática.
Lo anterior fue denunciado ayer por Verónica Cano Carlos, presidenta de la sociedad de padres de familia, madre de familia y ex estudiante de ese plantel que ahora pretende ser cerrado a iniciativa de la inspectora de esa zona escolar.
En respuesta, Cano ha respondido atrayendo por su cuenta y recursos a niños sin escuela de otros rumbos de la ciudad, que por su condición de pobreza han sido rechazados por otros planteles escolares.
Su intención, dijo, es echar abajo el pretexto oficial para eliminar de un plumazo ese plantel escolar que se encuentra enclavado en una colonia que presenta grandes necesidades educativas, inclusive de un plantel secundario.
La escuela amenazada con el cierre definitivo se encuentra en la colonia Azteca y se ha caracterizado por no cobrar cuotas a los padres de familia de escasos recursos, por lo que se han convertido en un oasis para niños de la etnia tarahumara que son despreciados, dijo, por otras escuelas en las que les exigen el pago de cuotas.
Cano explicó que la escuela que ella defiende se sostiene básicamente gracias a las escasas cuotas que recolecta entre algunos padres y mayormente a donativos de particulares, como fue el brindado por la familia Zaragoza que donó un tanque estacionario de gas.
No es lógico, señaló, que quieran cerrar esta escuela que además cuenta con un “tetodomo” y antena parabólica para difundir la enciclomedia, pero que además ha demostrado su calidad educativa a través de diversos reconocimientos que ha logrado por encima de otros planteles más grandes.
La activista, quien a su vez es madre de dos jovencitos que estudian en el plantel, dijo que la inspectora de esa zona ha pugnado por el cierre de la escuela, argumentando que el grupo de primer grado solamente registra a 17 menores, cuando el mínimo requerido para que la escuela pueda seguir adelante es de 20 estudiantes.
“Me exigieron que no abriera las inscripciones con la finalidad de que no crezca ese grupo… eso sólo demuestra que su verdadera intención es cerrar la escuela para poner ahí su oficina”, señaló.
Cano se quejó de la falta de iniciativa que ha mostrado el director del plantel para promover el crecimiento de la escuela y el mejoramiento de las condiciones de los niños, y con esa actitud, dijo, parece estar más de acuerdo con la inspectora que con el interés de los niños y padres de familia.

DESPRECIAN A TARAHUMARAS
Dijo además que el plantel atiende a varios menores pertenecientes a la etnia tarahumara que han sido rechazados en otras escuelas porque no pueden pagar las cuotas escolares y porque no cuentan con actas de nacimiento.
Como casi todos los días, ayer Cano invitó a la mesa a Verónica María Bustillos, madre de tres estudiantes de ese plantel, César Jacobo, Óscar Hermilo y Benjamín Arturo.
Bustillos, vestida a la usanza tarahumara con un vestido amarillo, degustaba ayer unas galletas con leche.
“Ellos tienen que caminar como 48 cuadras antes de llegar a la escuela, y llegan aquí a las 7:20 de la mañana a desayunar lo mismo que les doy a mis hijos… si les quitan la escuela no sería justo para ellos ni para todos los niños”, expuso.
Jesús Antonio Chávez Cano, uno de sus hijos, presente al momento de la entrevista, expresó espontáneamente su orgullo por tener una madre como la suya, bondadosa y con iniciativa, que aparte de defender a la gente de la colonia, también se preocupa por la gente más desvalida.
“Por eso la quiero mucho”, dijo el menor.
“Todos somos mexicanos, los tarahumaras también son mexicanos y el Presidente Calderón se preocupa por ayudar a nuestros hermanos haitianos lo cual está bien, pero que no vaya tan lejos que aquí tenemos a nuestros hermanos tarahumaras en la pobreza… sea lo que sea ellos son nuestras raíces… yo no me avergüenzo de tener a mi tocaya y a sus niños comiendo en mi casa”, respondió Cano.

DE ÚLTIMA HORA: FUNCIONARIOS PROMETEN NO CERRAR
A última hora y luego de ver su caso a través de un canal de televisión local, Cano informó que ayer se presentaron ante ella funcionarios de Planeación de Educación en la Zona Norte, para asegurarle, a nombre del titular Raúl Galván, que la escuela no cerraría sus puertas.
“Me mandó decir que quiere que vaya a su oficina el lunes que viene; ahí estaré y espero que cumpla su palabra”, concluyó.