Resulta inminente la quiebra de Mexicana; pasivos duplican a activos

El Sindicato de Pilotos, ASPA, anuncia que hará todo lo posible para que se reanude la actividad en la venta de boletos y vuelos

CIUDAD DE MÉXICO.-La quiebra de Mexicana es prácticamente inevitable, de acuerdo con análisis de expertos financieros y del sector.

Las principales razones para que el actual concurso mercantil pueda concluir en la quiebra de la firma son la dificultad de que lleguen recursos frescos, las deudas de la compañía y el desmantelamiento de la empresa, promovido por el presidente del consorcio, Gastón Azcárraga, y documentado por Excélsior.

El sindicato de pilotos, ASPA, informó ayer que hará todo lo posible por salvar a la empresa, llamó a reanudar la venta de boletos y los vuelos para darle liquidez a la firma y anunció que esta semana dará a conocer si se integra un nuevo inversionista.

Actualmente la firma, que fue comprada hace cinco años, tiene pasivos por 18 mil millones de pesos, y sus activos llegan a nueve mil millones. Sólo las pérdidas que ha tenido en lo que va del año equivalen a 80% de las de 2009.

Víctor Valdez, de la Universidad Anáhuac, dijo que la crisis se profundiza por la cancelación de rutas, pues la marca pierde credibilidad. No obstante, consideró acertado evitar un rescate: “Es lo peor que puede hacerse”.

Carlos Canfield, del Tec de Monterrey, dijo que el problema en la aviación se complica, porque las autoridades federales no ha instrumentado una política aeronáutica adecuada para poder competir.

Analistas prevén quiebra de Mexicana

La historia de Compañía Mexicana de Aviación terminó. La aerolínea tocó fondo y quebró a cinco años de haber sido comprada por Gastón Azcárraga, y un grupo de inversionistas en 165 millones de dólares.

Analistas financieros anticipan que tras el concursos mercantil, será declarada la quiebra, incluso observan que es poco probable que se le inyecten recursos frescos por la vía de nuevos inversionistas.

Definen esta crisis de la empresa como el fin de una historia. La culminación trágica de una compañía, la primera en América Latina, que la distinguió el nombre de Mexicana, pero que hoy, el error de sus principales accionistas, la ponen en la lona. Desde el punto de vista de los expertos, la quiebra es irremediable, porque sus pasivos representan el doble de sus activos: 18 mil millones de pesos, contra nueve mil millones de pesos.

Las deudas son impagables en este momento. Le debe 992 millones de pesos a Bancomext, mil 800 millones de pesos a Grupo Financiero Banorte, cinco mil millones por uso de aeropuertos y combustibles (incluye ASA) y cerca de diez mil millones de pesos a proveedores (arrenadores de aviones, comidas, salarios, agencias de viajes, etc).

Por si fuera poco, al primer semestre de 2010, la empresa acumula pérdidas por mil 750 millones de pesos, que representan casi la tercera parte de los cinco mil 500 millones de pesos acumulados de 2007 a la fecha.

Las pérdidas reportadas en la primera mitad del año, alcanzan 80 por ciento del total acumulado en 2009, que fue uno de los peores años de la aviación.

Carlos Canfield, profesor investigador del Departamento de Economía y Finanzas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de México, dio por heecho la quiebra. "Va a costar mucho trabajo que los inversionistas accedan a operar a la empresa en las condiciones tan deterioradas que la administración la está dejando", aseveró.

Víctor Valdés, profesor e investigador de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac, coincidió en que es alto el riesgo de que quiebre la empresa, sobre todo, después de que la aerolínea ha pedido diferir los sueldos de los trabajadores, lo que habla una situación crítica de la firma.

"Hay un riesgo real de que quiebre la aerolínea Mexicana", aseveró Canfield.

Sin valor

El valor de la marca Mexicana se ha deteriorado ante la ineficiencia de las administraciones, luego de que fue la tercera línea más antigua y la primera en Latinoamérica.

Analistas de los grupos financieros IXE y Banamex coinciden en que hoy poco que se pueda hacer por la empresa, tras la gigantesca deuda que arrastra.

Y es que Gastón Azcárraga se ha dedicado a desmantelar a la empresa: primero vendió la Torre del corporativo a Fibra Mexicana de Inmuebles (Fibramex) y sus anexos por un monto de 40 millones de pesos.

Posteriormente, en 2008, creó Nuevo Grupo Aeronáutico y separó el área de mantenimiento bajo el nombre de Mexicana MRO y desintegró el programa de lealtad llamado Servicios Frecuenta.

Tras los movimientos hechos desde 2008, Mexicana se quedó sólo con la marca y las rutas, pero en realidad, si cotizara en la Bolsa Mexicana de Valores, hoy las acciones de la empresa valdrían menos de un peso, advierten los expertos,

Mencionaron que el riesgo de que quiebre la aerolínea significaría un gran costo para el país, en términos de los intercambios que permite el tráfico aéreo. Asimismo se rompe el poder de conectar a México con el extranjero a través de una línea mexicana.

El hecho de que Mexicana desaparezca implica que se pierdan ocho mil empleos directos y 15 mil indirectos y que aerolíneas internacionales abastezcan ese mercado, lo que se traduciría en un incremento en precios y frecuencias de líneas foráneas como consecuencia de la disminución de la oferta.

Víctor Valdez, investigador de la Universidad Anáhuac, dijo que como consecuencia de la cancelación de rutas de parte de la aerolínea, se pierde credibilidad ante los usuarios y se deteriora la imagen del país.

Dijo que la eventual quiebra desencadenará en un costo para el país que repercutirá en el sector como las agencia de viajes, hoteles y restaurantes.

En opinión del especialista, el gobierno debe enviar el mensaje de que no la va a rescatar, "es lo peor que puede hacer, a pesar del costo para el sector".

Refirió que si los fundamentales de la empresa no son sólidos, lo único que se resolvería es el flujo de efectivo, pero si la estructura de costos no es eficiente, sería una mala inversión para el país, porque se trata de un dinero público y puede destinarse a acciones con mayor impacto social.

Al respecto Canfield coincidió en que la eventual quiebra de la aerolínea dejaría el mercado a las aerolíneas extranjeras.

Y es que aunque se menciona que existen tres empresarios interesados en invertir, no se vislumbra nada en concreto por las dificultades de la compañía.

Larga historia de rescates

Desde el pasado 20 mayo, este diario anticipó la debacle de la empresa. Tres meses después se confirmó la quiebra.

En 1982, el presidente de México José López Portillo instruyó a su titular de la SCT, Emilio Mújica Montoya a adquirir 54% de las acciones de Mexicana. En 1988 la reprivatiza.

En 1994 la historia se repite. La aerolínea no lograba salir de sus deudas y Ernesto Zedillo, quien ocupaba la presidencia y enfrentaba el "error de diciembre", decidió con su secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, rescatar a la firma. 11 años el gobierno vendió el 100 de las acciones.

En 2004, el titular de la SCT, Pedro Cerisola, alistó las transacciones para que Vicente Fox, el primer mandatario, autorizara las gestiones para que Mexicana fuera reprivatizada.

El 29 de noviembre de 2005, Andrés Conesa, presidente del Consejo de Administración de Cintra, controladora de Mexicana de Aviación y Aeroméxico, confirmó la venta de la primera a Grupo Posadas, que encabeza Gastón Azcárraga, por un monto de 165 mdd.

Desde ahí comenzó la etapa más negra de la compañía, pues es durante la administración de Gastón Azcárraga y Ángel Losada, el segundo socio más importante, que llevaron nuevamente a la firma a pique y entró en un concurso mercantil con riesgo de quiebra en agosto de 2010.