Samper llevará protesta venezolana contra bases militares ante Gobierno colombiano

El ex presidente colombiano, Ernesto Samper, informó este jueves que llevará todas las preocupaciones de Venezuela relacionadas con la instalación de las bases militares estadounidenses en su país a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores en Bogotá y garantizó que lo conversado con el presidente Hugo Chávez llegará hasta el mandatario colombiano, Álvaro Uribe.

"Hemos hablado de temas contenciosos como el de la bases militares de Estados Unidos que espero llevar a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores para examinar este punto, incluso espero llevarlo al propio presidente Uribe", declaró Samper a su salida del Palacio de Miraflores en Caracas, sede del gobierno venezolano.

Samper detalló que Chávez tuvo la gentileza de transmitir una invitación a los gobernadores de la frontera para que visiten Caracas, con el fin de analizar la situación en la zona.

Asimismo, calificó su reunión con el Jefe de Estado venezolano como una "reunión cordial y amigable", y añadió que "no sabemos por qué se presentan estas tensiones por parte de dos pueblos que son hermanos, vecinos".

"No me gusta que se satanicen países ni se estigmaticen presidentes", expresó.

Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, manifesto que "me hubiese gustado compartir con él (con Samper) funciones como Presidente. Cuando salí de la cárcel, tu asumías", rememoró el mandatario.

"Hay que recordar que a este hombre, amigo de Venezuela, cuando era Presidente le sembraron en Bogotá un bolsa de cocaína para sindicarlo de que era narcotraficante, le quitaron la visa. Lo satanizaron", dijo.



Más temprano, cuando el mandatario venezolano esperaba a Samper en las escalinatas de la casa presidencial, aseguró que "Ernesto Samper es una de esas voces que Venezuela debe oír", al recibir en el Palacio de Miraflores al ex mandatario colombiano, con el que espera conversar acerca de las relaciones diplomáticas entre estos países, rotas tras el pacto militar entre Estados Unidos y la nación neogranadina.

Recordó que cuando Samper fue presidente "no quería entregar la soberanía de Colombia, cosa que lamentablemente Uribe, sí ha hecho".

El presidente venezolano manifestó que la única forma en que esta situación vuelva a la calma "es que desista Colombia de entregarle a Estados Unidos su territorio para que desde ahí continúe con las agresiones contra Venezuela".

Con respecto a las acusaciones hechas por Colombia sobre supuestas armas venezolanas en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo que Venezuela se convirtió en un objetivo porque cuenta con la primera reserva de petróleo en el mundo.

"Los yanquis están desesperados porque no tienen petróleo, por eso quieren sacarme de aquí y que vuelva un gobierno títere del imperio yanqui", advirtió.

Expresó que la guerra civil en Colombia es utilizada para agredir a Venezuela. "Si es cierto que esos lanzacohetes tuvieran explosivos dentro eran más bien una amenaza para el que los cargaba, si es que es verdad que tenían explosivos, porque pudieran estar vacíos, pero si tenían una carga eran inservibles. Yo digo que pudiera ser los que la guerrilla se llevó en 1995 de Cararabo".

"Pero el asunto está en una estrategia del gobierno de Uribe de desviar la atención del tema central, que es justificar que tenemos a Chávez que es una amenaza. Nos tienen rodeados y hace falta que vengan los yanquis que no se meten con nadie. Pero si ellos han acabado con medio mundo", exclamó.

Colombia y Venezuela mantienen un diferendo diplomático que tiende a profundizarse, a raíz del referido pacto militar que Caracas considera una amenaza a su seguridad y soberanía y un peligro para la estabilidad de la región.

Países como Brasil, Nicaragua y Ecuador expresaron preocupación y exigieron transparencia al gobierno de Uribe sobre el alcance real de este acuerdo. A esto se se suma un enrarecimiento en las relaciones políticas, económicas y comerciales, a partir de una campaña promovida desde Bogotá contra Caracas y calificada por ese gobierno como difamatoria.