
Urgen a la renegociación integral del TLCAN con participación de la sociedad y los Congresos
La próxima Cumbre de Líderes de América del Norte – que se celebrará del 8 al 11 de agosto de 2009 en Guadalajara, México – será la primera cumbre de líderes de América del Norte desde que Barack Obama fuera electo Presidente de Estados Unidos.

Los legisladores creen firmemente en fortalecer su soberanía nacional, la cooperación regional y la reciprocidad en cuestiones de interés mutuo tales como la protección del medio ambiente. Sin embargo, rechazan la idea de que políticas hemisféricas admisibles en cuestiones de tanta importancia puedan emerger de reuniones tipo cumbre conducidas a puerta cerrada que excluyen al público, a la sociedad civil, a los sindicatos y a los medios de comunicación, contraviniendo las tradiciones constitucionales de los tres países.
En vez de depositar su confianza en la buena fe de los jefes de gobierno y en sus asesores corporativos, los legisladores abajo firmantes insistimos en exigir transparencia, rendición de cuentas y el consentimiento informado de los gobernados, en colaboración con la sociedad civil en los tres países.
Asimismo, los legisladores estamos pidiendo la cancelación del proceso no democrático, impulsado por las empresas, ya desacreditado, que se ha denominado Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN).

El creciente aumento del costo de la vida en cada uno de nuestros países, los millones de campesinos mexicanos desarraigados que quedaron sin tierras, la tensa infraestructura fronteriza que contribuye al tráfico ilegal de narcóticos y armas, el creciente número de trabajadores indocumentados y las derrumbadas comunidades manufactureras en Canadá y en Estados Unidos son síntomas de una política comercial viciada cuyo objetivo no es enriquecer las vidas de nuestros pueblos sino simplemente lograr ganancias económicas para unos cuantos.
En Estados Unidos, México y Canadá, la inequidad del ingreso ha aumentado dramáticamente en los casi 15 años de existencia del programa de libre comercio. En Canadá, las familias están hoy en peor situación económica que cuando se implementó el primer acuerdo en 1989. Cada vez son más los canadienses que trabajan más duro sin posibilidad de salir adelante. Desde 2002, Canadá ha perdido cerca de 600 mil empleos en el sector manufacturero, con crecientes dificultades en las comunidades que dependen del sector de la madera blanda de construcción y en otros sectores. El TLCAN se ha llevado lejos los buenos trabajos que había en Estados Unidos, ha destrozado el campo mexicano, ha agravado nuestra crisis migratoria, ha hecho desaparecer a la clase media y a la pequeña empresa en México, no ha cumplido con las promesas de inversión en infraestructura y ha golpeado a las comunidades de toda la región. Ya es hora de que México, Canadá y Estados Unidos trabajen conjuntamente para cambiar este deficiente modelo de comercio. Es indispensable que los legisladores de los tres países socios de América del Norte trabajen juntos en la elaboración de un nuevo paradigma que tome en cuenta la soberanía de cada nación, la protección ambiental, la equidad económica, la migración, las organizaciones campesinas y los derechos laborales dentro del imperio de la Ley. Debemos trabajar en estrecha colaboración con las organizaciones de la sociedad civil para lanzar un enfoque progresista que tome en cuenta el bienestar de los seres humanos independientemente del ingreso como la razón de ser de las políticas públicas.
Para lograr una prosperidad y un desarrollo sostenible más generalizados en nuestro continente, los legisladores exigen que se elabore un modelo de comercio equitativo que no sólo responda a una simple lógica económica, sino que también esté basado en principios y normas éticas. Esto se aplica a más áreas que simplemente las disposiciones en materia laboral o ambiental que – aunque importantes – descuidan áreas clave, tales como: el buen gobierno; el estado de derecho; las normas de seguridad, salud y derechos humanos; el desarrollo humano sustentable y la erradicación de la pobreza.
Los legisladores creen que ha llegado el momento de trazar un futuro de comercio equitativo para América del Norte, que promueva la gobernabilidad, las economías florecientes, las normas sociales, ambientales y laborales para todos y que además anteponga los intereses de los trabajadores y del medio ambiente por encima de los intereses de las corporaciones multinacionales.
Los legisladores piden a los líderes en esta cumbre que busquen un mejor modelo que mejore la protección ambiental, los derechos sociales y laborales, el cumplimiento con los principios de un comercio equitativo y sostenible, y que a la vez respete la soberanía nacional democrática de los países participantes.
El Grupo de Trabajo sobre la Renegociación del TLCAN está presidido por: el Diputado Peter Julian (por Burnaby-New Westminster, Canadá), portavoz del Nuevo Partido Democrático (NDP) en materia de Comercio; la Congresista Marcy Kaptur (por D-Ohio, Estados Unidos); la Senadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Yeidckol Polevnsky, Vicepresidenta del Senado de México; el Senador Antonio Mejía Haro, presidente del Grupo de Evaluación de los Impactos del TLCAN en la Agricultura (Zacatecas, México) y el Diputado Víctor Quintana Silveyra (por el Estado de Chihuahua, México). También participan el Congresista Mike Michaud (por D-Maine), miembro democrático de la Cámara de Representantes de Estados Unidos; y Víctor Suárez, ex legislador mexicano y Director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) en México.