Luego de que Sicilia le exigiera a Calderón que se disculpara por las muertes por el narco por ser corresponsable de la violencia, Calderón rechazó todos los reclamos de Sicilia, quien nunca perdió la calma, y le dijo:
"No pido perdón por haber hecho la guerra contra el narco y en eso, Javier, estás equivocado."
Una y otra vez, Calderón le echó la bolita de la guerra contra el narco a los criminales, alegando que el problema de la violencia es por narcomenudeo, y a las autoridades locales en la República, negándose en todo momento a admitir su responsabilidad por haber declarado la supuesta guerra contra el narco.
Dijo además que de lo único que se arrepiente es de no haber lanzado antes la guerra contra el narco.
es decir desde el primer minuto de su gobierno. el mejor pretexto para legitimar su precidencia espuria.