Carmen Aristegui -periodista que el pasado domingo fue cesada de la cadena radiofónica perteneciente a MVS, luego que dos días antes pidiera en los micrófonos del noticiero matutino Primera Emisión de MVS a la Presidencia de la Republica aclarar sobre el presunto alcoholismo del jefe del ejecutivo federal, Felipe Calderón - responsabilizó directamente a la Presidencia de la Republica de su despido y aseguró que es falso que el motivo de su salida del noticiero por ella encabezado haya sido por la violación del código de ética, tal como hizo público el pasado lunes la empresa de comunicaciones.
Este miércoles, ante numerosos representantes de la prensa nacional e internacional, la comunicadora dijo que el comentario sobre el supuesto alcoholismo del jefe del ejecutivo federal fue una simple formulación de una pregunta válida. “El estado de salud de un mandatario es un asunto de interés público, la sociedad mexicana tiene derecho a conocer el estado de salud del Presidente”, sostuvo, aceptando que “fue duro, pero no injurioso”.
“¿Qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial contra el Presidente se le corta la cabeza a quien habló?, ¿cómo es que pudieron hacer que un empresario se comportara de esa manera para satisfacer la ira presidencial? Hice un cuestionamiento formal, no hay nada ofensivo en la pregunta”, declaró la periodista, quien también aseveró que la Presidencia no hizo comentario alguno pero sí exigió a los dueños, no a la periodista, una disculpa.
Antes, dijo que no rectificaba ni se disculpaba, porque no tenía nada por qué hacerlo, pues ella no violó ningún código de ética.
El despido de una periodista tan sólo por opinar, expresó, es un tema incompatible con el régimen democrático.
"¿No tuvo Bill Clinton que hablar de semen vertido en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas? ¿No acaso el estado de salud de Dilma Roussef fue motivo de debate publicó antes de llegar a ser la presidenta que es? ¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia de debate nacional?, preguntó.
“¿Por qué en México no se puede lanzar un cuestionamiento sobre el presidente, particularmente en un sexenio donde se han tomado decisiones cruciales para el destino del país?”, cuestionó.
"La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza sin ofensas y sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación, y vaya que si han impactado sobre el destino de la nación las decisiones de este sexenio.
"Solicito a MVS que reconsidere mi despido. El país no está para perder los espacios que hemos ganado.
"Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, que fue una coartada, sabe, porque lo sufre todos los días, de las razones verdaderas, de esta decisión que está a punto de cortarnos la cabeza y digo a punto porque le planteó una salida digna, decorosa e inteligente, ya sabrá si la toma: Le digo a MVS que no le demos gusto a los que saborean este fracaso", dijo la periodista.
"Este hecho –agregó- no se lo merece la familia Vargas, de situarlos en una disyuntiva perversa donde tienen que calibrar como grupo empresarial qué les cuesta más frente al Gobierno y poderes que lo presionan, si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz, no se lo merece el País".
"La pregunta es cómo es que pudieron elevar desde Los Pinos el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado".
Dijo además que la decisión de la empresa es “desafortunada para todos”. No se lo merecen las audiencias, ni la familia Vargas, ni el país, y afirmó que con este tipo de acciones todos salen perdiendo; “MVS, la independencia editorial, la periodista, la audiencia y la Presidencia".
Asimismo, la periodista hizo un llamado a revertir la decisión y dijo estar dispuesta a regresar este lunes si MVS retira su comunicado: “Regresemos al aire, la Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo ocurrido y aceptar que tenemos derecho a preguntar, México atraviesa por un momento crítico y no está para perder espacios que se han ganado".
