
Sospechas
Octavio Rodríguez Araujo.
por qué les creería a unos que se autodenominan Red por la Transformación Global (RTG)? ¿Acaso porque dicen expresar los sentimientos de los pobres en contra de los plutócratas? Esto lo dice cualquiera, incluso los políticos de la derecha. Los "ex misteriosos desaparecedores" han dicho que obtuvieron como pago una milésima de lo que ha robado Fernández de Cevallos. ¿Y qué van a hacer con ese dinero? Para un grupo político marginal, o para una persona, 200 o 300 millones de pesos son muchos, incluso para un partido pequeño; pero para un gobierno llamado por ellos represor (que sí lo es) esa cantidad de millones no es nada: más se gastan en festejos frívolos con motivo de los bicentenarios y centenarios o remodelando mal el Palacio de las Bellas Artes. Si ese grupo (o red), aceptando que existe, quisiera organizar y levantar al pueblo mexicano para sacudirse a los ricos y llevar a los pobres al poder, lo que haya obtenido por el secuestro del Jefe Diego es una bicoca. Cualquier jefe de narcos tiene más recursos y la Procuraduría General de la República también.



En mayo se pensaba que lo había secuestrado un grupo de delincuentes, de secuestradores comunes, ahora se quiere hacer pensar que fueron izquierdistas. El nuevo escenario se está preparando, ¡qué duda cabe!
Seis días después del secuestro escribí en mi artículo de La Jornada: “Muchos panistas están inconformes con Calderón. Tanto que hasta se ha especulado (…) que la "desaparición" del Jefe Diego es deliberada para darle notoriedad y convertirlo en precandidato a la Presidencia como la mejor carta en contra de Peña Nieto. En caso de tener bases esta especulación, y de que en realidad Fernández de Cevallos no haya fallecido, los menos desmemoriados recuerdan que después de su triunfo sobre Zedillo y Cárdenas, en el famoso debate del 12 de mayo de 1994, desapareció de la escena para no robarle cámara al gris candidato del PRI y que éste ganara. Desde luego es pura especulación, pues las cosas pueden ser más serias, pero por algo se repite de boca en boca. Lo que es un hecho es que el PAN no tiene, ni de lejos, un buen precandidato que haga pensar al electorado que vale la pena votar por él. Así de mal está este partido que, obviamente, no supo qué hacer con sus triunfos obtenidos por el desgaste y desprestigio del PRI antes de 2006”.
Se especulaba en aquellos meses que en noviembre o diciembre de 2010, si estaba vivo, aparecería y que se presentaría como un mártir del panismo y una víctima de un grupo delictivo. Así ha ocurrido, pero este grupo delictivo, sin dejar de serlo en caso de que realmente exista, se convirtió de golpe y sorpresivamente, en un grupo de extraño nombre y de supuesta afiliación de izquierda, populista por añadidura. ¡Qué conveniente para la guerra sucia electoral que se avecina, en segunda edición, contra López Obrador! Los mensajes subliminales son, de acuerdo con los grandes publicistas, los más efectivos para los emisores.
Como en el 2000, la oligarquía en el poder quiere tener dos cartas fuertes, una en el PRI y otra en el PAN. El tema es que el proyecto neoliberal y el régimen de privilegios no cambien de rumbo. Si hace 10 años los candidatos de Zedillo fueron Labastida y Fox, después de la experiencia de 2006 los candidatos ad hoc para el sistema bien podrían ser Peña Nieto y Fernández de Cevallos. Los dos son muy bien vistos por Carlos Salinas, el mejor operador político que tiene la oligarquía hasta este momento.
Se dirá que estoy especulando. Sí, en efecto. ¿Qué otra cosa se puede hacer ante una farsa como la que han montado los principales medios de comunicación con la "liberación" de Diego? ¿Alguien me puede explicar por qué durante el "cautiverio" del abogado queretano no hubo un solo comunicado de la supuesta Red por la Transformación Global, siquiera para decir que además de los millones reclamados quería el cumplimiento de ciertas demandas sociales?
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