Un candidato de cuidado

Patricia Dávila
CIUDAD JUÁREZ, CHIH.–
La noche del martes 9 de marzo, en el hotel The Westin Soberano, en la ciudad de Chihuahua, la delegada del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Adela Cereso, convocó a los aspirantes a ocupar el ayuntamiento de Ciudad Juárez para decirles que su partido tenía ya un candidato de “unidad”: Héctor Murguía Lardizábal, El Teto, presuntamente ligado al cártel de Juárez.

En ese encuentro estuvo la plana mayor de ese partido a nivel estatal: la secretaria de Elecciones del comité, Graciela Ortiz; el candidato a gobernador, César Duarte; el delegado Daniel Trelles, responsable de coordinar los trabajos para lograr ese acuerdo de unidad; el presidente del Comité Directivo Estatal, Guillermo Márquez, y el alcalde de Juárez, José Reyes Ferriz.

Acudieron también los precandidatos Guillermo Dowell, Enrique Serrano, Víctor Valencia de los Santos, Álvaro Navarro, Antonio Andrew y el propio Murguía Lardizábal.

El primero en llegar fue el alcalde Reyes Ferriz, quien fue convocado una hora antes. Graciela Ortiz le dijo que el gobernador José Reyes Baeza había tomado la decisión de apoyar a Murguía Lardizábal. El argumento: las encuestas indicaban que El Teto era el único que garantizaba el triunfo del PRI.

Cuando los demás aspirantes llegaron se les comunicó el mensaje de Reyes Baeza. Al enterarse, Valencia de los Santos, quien un mes antes dejó la Secretaría de Seguridad Pública para buscar la candidatura, alentado por el gobernador, salió de inmediato del hotel, revelaron algunos de los asistentes.

Y aun cuando Murguía Lardizábal era el favorito de Reyes Baeza para contender por la gubernatura del estado, la presidenta del partido, Beatriz Paredes, apoyó la víspera a César Duarte.

Dos días antes de la asamblea priista Reyes Baeza convocó a Duarte y le dijo que el candidato a la presidencia municipal de Juárez sería El Teto. Duarte se opuso, pues él y su comité de campaña se inclinaban por el exdiputado federal Enrique Serrano.

Ante la negativa, el gobernador continuó su cabildeo con la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes, quien antes de la asamblea convocó a Murguía Lardizábal y a Duarte. A este último le pidió apoyar a su compañero. Finalmente, el jueves 11, El Teto quedó registrado formalmente como candidato priista por la presidencia municipal.

Murguía Lardizábal ha sido protegido de Paredes, quien lo nombró coordinador del partido en la zona norte del país y en 2009 le ayudó para obtener una diputación federal. En algún momento incluso pretendió impo- nerlo como candidato al gobierno del estado.

La postulación de El Teto causó revuelo en esta ciudad, donde ya fue alcalde en el trienio 2004-2007. La razón: Una investigación que le sigue la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), por sus presuntos nexos con el cártel de Juárez, así como por el escándalo suscitado tras la detención, el 17 de enero de 2008 en El Paso, Texas, de Saulo Reyes Gamboa, cuando intentaba pasar un cargamento de mariguana.

En forma paralela, la PGR abrió la averiguación previa AP/PGR/CHIH/CDJUA-VI/37/ 2008 por los posibles vínculos de Reyes Gam-boa con el cártel de Juárez, así como por la red de corrupción que tejió al interior de la administración juarense cuando trabajó con El Teto y estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
El 17 de marzo de 2009, el periódico Excélsior publicó un informe de la DEA según el cual hay “elementos para sospechar que el cártel de Juárez intervino en el proceso electoral de 2004 en esta entidad, ayudando a la promoción de algunos candidatos fronterizos”. Uno de los benefi ciados, de acuerdo con el documento, fue el propio Murguía Lardizábal.

Dos días después, durante la 72 Convención Bancaria, Germán Martínez Cázares, en- tonces presidente nacional del PAN, declaró: “Es el momento de que el PRI aclare. Está del lado del presidente (Felipe) Calderón o está del lado de personas que tienen vínculos con el cártel de Juárez”, como afi rma la DEA en referencia a Murguía Lardizábal.

El 25 de marzo, una semana después de la publicación, El Teto convocó a una rueda de prensa en la sede del CEN del PRI. Se deslindó de cualquier nexo con el narcotráfi co y argu- mentó que el documento atribuido a la DEA en realidad era apócrifo.
Sin embargo, el 19 de julio de 2009, el
Diario de Juárez informó que durante su administración Murguía Lardizábal adquirió 21 propiedades valuadas en 11 millones 373 mil 463 pesos.

Con base en datos del Registro Público de la Propiedad (RPP) de Chihuahua, la pu- blicación sostiene que en los documentos de las transacciones de compraventa de varios bienes inmuebles aparece el nombre de Baldomero Fuentes, identifi cado por la PGR co- mo brazo derecho de Amado Carrillo Fuentes, fundador del cártel de Juárez.

Según la dependencia, Murguía Lardizábal realizó siete operaciones entre abril de 2005 y septiembre de 2007.
Una coyuntura complicada

Héctor Murguía Lardizábal heredó a su suce- sor José Reyes Ferriz una deuda superior a los 200 millones de pesos que éste aún no termina de liquidar. Hasta ahora, dice, ha pagado 22 millones de pesos a la constructora YVASA y otros 12 millones a PASA, así como 113 millones de pesos más a diversos proveedores.

Por eso, cuando se enteró del apoyo de la presidenta nacional del PRI a Murguía Lardizábal, Reyes Ferriz externó su inconformidad a los reporteros locales. Declaró que se oponía a esa postulación porque “pone en peligro los esfuerzos realizados para limpiar a la policía municipal”.

Un día después de que Murguía Lardizábal fue ungido como candidato de unidad, el alcalde recibió la cabeza de un cerdo envuelta en una sábana con un mensaje que decía: “José Reyes Ferriz, tienes dos semanas más de vida”. Consultadas al respecto, varias personas comentaron que es una advertencia para que no se oponga a la candidatura de Murguía Lardizábal.

Otro suceso que impactó a la clase política y empresarial juarense fue el levantón del joven Rodrigo Cuarón, hijo del empresario Pablo Cuarón Galindo, quien recientemente participó como “precandidato ciudadano” en los comicios internos del PAN para la gubernatura. En la contienda se enfrentó al exalcalde de Chihuahua, Carlos Borruel, quien lo venció por sólo 7 mil votos.
Sorprendidos por los resultados, los panistas de Ciudad Juárez intentaron convencer
a Cuarón Galindo para que contendiera por la presidencia municipal; algunos priistas inconformes con la candidatura de Mur- guía Lardizábal incluso le manifestaron su apoyo. Sin embargo declinó. Un día antes de que concluyera el plazo, secuestraron a su hijo. El joven estuvo desaparecido una semana y fue liberado el viernes 26 por la mañana, presumiblemente tras el pago de un rescate.

–¿Por qué los juarenses atribuyen el secuestro del hijo de Pablo Cuarón a una forma de presión para que no se registrara? pregunta la reportera al diputado local Víctor Quintana, del PRD.

–Alguna gente así lo interpreta. Por un lado, el PRI había elegido a Héctor Murguía, a pesar de que mucha gente le atri- buye el haber propiciado la presencia del crimen organizado en Ciudad Juárez; por el otro, a que los candidatos del PAN no se veían muy fuertes.

–¿El secuestro pudo ser obra del crimen organizado para evitar que Pablo Cuarón se registrara?

–… Si a un precandidato le secuestran a su hijo, nos habla del peso que tiene el crimen organizado…
–¿Las elecciones las están decidiendo
los cárteles?

–Están pesando muy fuerte. No sólo es lo de Pablo Cuarón. La pregunta es cómo van a realizarse elecciones en un estadode
facto, sobre todo desde la matanza de estudiantes en Villas de Salvárcar
(el pasado 30 de enero).

–Durante la administración de Héctor Murguía el cártel de Juárez infi ltró la policía municipal, al extremo de controlar a su propio titular, Saulo Reyes. ¿Se puede decir que aquí el cártel de Juárez ya tiene candidato?

–No podría decirlo así. Lo que sí quiero decir es que los cárteles pueden pesar en las elecciones por más blindadas que estén. (Hoy) todo está tapizado con plásticos de todos los candidatos y precandidatos. Mucho plástico y ninguna idea consistente sobre cómo vamos a sacar a Chihuahua de la violencia.
–¿Entonces hacia dónde va Juárez?

–Hacia donde va Chihuahua. No hay un candidato que tenga el tamaño como para decir: “‘Tengo un plan consistente”.

Hace dos semanas Manuel Espino, presidente de la Organización Demócrata Cristiana (ODCA), habló de la necesidad de suspender las elecciones (Proceso 1741).

“Les dije que el Congreso podía deter- minar que no hay condiciones para una contienda electoral, que es de alto riesgo efectuarla, que corremos el peligro de que el crimen organizado avance, pero me dijeron que no era posible. Ahora, con lo de
El Teto,se incrementa ese riesgo”, comenta el entrevistado.