* Palabras de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, durante la presentación del Programa de Desarrollo Social para Ciudad Juárez, Chihuahua El grave problema de inseguridad y de violencia que afecta a todo el país, y se padece con mayor severidad en Ciudad Juárez, es el resultado de las políticas elitistas, de corrupción y privilegios, que se han venido imponiendo desde hace más de dos décadas en nuestro país.
Por causa de esta forma de gobierno, destinada a beneficiar a una minoría a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos, la economía nacional ha permanecido estancada por un largo periodo, al grado que el año pasado entre 152 países del mundo ocupamos el lugar 143 en crecimiento económico. Asimismo, en este aspecto, en el 2009, fuimos el último lugar en el continente Americano y aunque parezca increíble estuvimos por abajo de Haití.
Esta falta de crecimiento de la economía se ha traducido en desempleo masivo y millones de mexicanos se han visto obligados a abandonar sus lugares de origen para buscar trabajo en ciudades fronterizas y en los Estados Unidos. Durante el periodo de aplicación del modelo neoliberal, México se ha convertido en el país del mundo que más mano de obra exporta al extranjero.
Los gobiernos al servicio de la oligarquía nacional y de los organismos financieros internacionales no le han dado ninguna importancia al desarrollo social; es decir no se han fomentado las actividades productivas, ni en el campo, ni en la ciudad; tampoco se ha garantizado el derecho del pueblo al trabajo, la educación, la salud, la seguridad social y a la cultura.
También es necesario subrayar que a los jóvenes se les ha dejado sin oportunidad de trabajo o de estudio. Al mismo tiempo que se ha introducido un modelo de vida individualista sustentado en la acumulación de bienes materiales y en el lujo barato, que han venido socavando valores culturales, morales y espirituales de nuestro pueblo.
Si ha ello agregamos que en México, en nuestro país, domina una oligarquía, una mafia insaciable y enferma de codicia, que en nuestro país también impera la corrupción y la impunidad y que quien se ostenta como presidente de la República carece de legitimidad y de autoridad política y moral, podemos explicarnos el por qué de la decadencia y de la actual crisis de inseguridad y de violencia.
De modo que consideramos que el único camino para lograr la tranquilidad y la seguridad en nuestro país pasa necesariamente por llevar a cabo una renovación tajante de la vida pública; o para decirlo de otra manera, solo con un verdadero cambio en lo económico, lo político y lo social vamos a poder enfrentar los grandes y graves problemas nacionales.
En consecuencia, y como es de dominio público, muchos ciudadanos, de nuestro movimiento, estamos empeñados de lograr esta transformación que permita el renacimiento de México y sacar a nuestro pueblo del atraso, la pobreza, la marginación y la inseguridad.
No obstante, dada la situación tan delicada que se padece en Ciudad Juárez, creemos que mucho se puede hacer desde ahora, si seguimos insistiendo en que la estrategia del gobierno usurpador es equivocada, porque únicamente atiende lo coercitivo y muy poco o nada se puede lograr, como ha quedado demostrado, solo con amenazas de mano dura o con acciones policiacas o militares.
Siempre hemos sostenido que la forma más eficaz y humana de enfrentar el flagelo de la delincuencia radica en crear mejores condiciones de vida y de trabajo. En otras palabras la tranquilidad y la paz son frutos de la justicia.
De manera concreta, ponemos a consideración del pueblo de Ciudad Juárez y de las autoridades estatales y federales, la aplicación de un Programa de Desarrollo Social con las acciones siguientes:
1. El otorgamiento de becas a todos los estudiantes de educación media superior, de institutos y de universidades públicas. En estos dos niveles de escolaridad, la beca deberá ser de 855 pesos al mes, es decir, el equivalente a medio salario mínimo. El propósito es ayudar a estudiantes de escasos recursos económicos, evitar la deserción y garantizar a todos el derecho a la educación.
2. Invertir en la construcción y operación de nuevas escuelas preparatorias y en la creación de mayores espacios en las universidades públicas para evitar que haya rechazados y se atienda al cien por ciento de los jóvenes que está en edad de estudiar y que son en muchos casos excluidos por no tener para pagar colegiaturas en escuelas privadas.
3. Poner en práctica el seguro del desempleo, garantizando la entrega de un salario mínimo mensual en tanto se consigue trabajo.
4. Apoyar a todos los adultos mayores de 68 años de Ciudad Juárez con una pensión alimentaría de 855 pesos mensuales.
5. Apoyar con una pensión, con el mismo monto, igual a la de los adultos mayores, a todos los discapacitados de Ciudad Juárez.
6. Otorgar atención médica y medicamentos gratuitos a quienes no tienen derecho a la seguridad social.
7. Poner en práctica un programa integral de construcción de infraestructura urbana en colonias populares para dotarlas de agua, drenaje, pavimento, alumbrado público, instalaciones culturales y deportivas. De igual forma, construir o rehabilitar guarderías, escuelas, centros de salud y otros espacios públicos. Esta acción tiene un efecto multiplicador: se reactiva la economía, se generan empleos, se construyen las obras públicas que hacen falta y se mejora y dignifica la imagen urbana.
8. Otorgar créditos a la palabra y sin intereses para la construcción, mejoramiento y ampliación de vivienda.
De llevarse a la práctica este Programa de Desarrollo Social en poco tiempo habrá resultados, no solo porque se mejorará considerablemente la situación económica y social de la mayoría de los habitantes de Ciudad Juárez, sino porque se creará un ambiente de bienestar y progreso que es indispensable para contrarrestar la sensación de miedo y frustración que produce la inseguridad y la violencia.
Con este programa recibirían apoyo de manera directa más de un millón de habitantes y considero que la inversión pública anual requerida sería del orden de 6 mil millones de pesos.
Los recursos podrían obtenerse de ahorros en el presupuesto nacional si se aplica un plan de austeridad republicana, como lo hemos venido proponiendo; por ejemplo, con solo reducir a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos, que llegan a ganar hasta 600 mil pesos mensuales, se obtendrían ahorros por 50 mil millones de pesos al año o si tan solo se elimina la partida de atención médica privada para altos funcionarios públicos se ahorrarían 6 mil millones de pesos, lo que precisamente se necesitaría para financiar el Programa de Desarrollo Social en Ciudad Juárez.
Me comprometo a poner a consideración de los legisladores del movimiento esta propuesta para que a su vez ellos presenten un punto de acuerdo tanto en la Cámara de Senadores como en la Cámara de Diputados y llevar a la práctica este Programa de Desarrollo Social.
En nombre de nuestro movimiento y del Gobierno Legítimo que represento, hacemos aquí, en lo que antes se llamó Paso del Norte, en donde permaneció por cerca de 2 años el presidente Juárez defendiendo la República, el compromiso de seguir luchando hasta derrotar a la oligarquía, de manera pacífica y establecer una auténtica democracia que procure el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo.
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