La revista Proceso revela que Simón Charaf, dueño del Bar Bar, donde balearon a Cabañas, tiene
estrechos vínculos de negocios con la televisora desde 1994, teniendo de presidente de consejo administrativo de una de sus empresas al mismísimo Emilio Azcárraga Jean y cediendo sus acciones A, las de Charaf, en otra empresa a altos directivos de Televisa.
Lo cual significa que un importante socio de Televisa es el dueño de un bar en donde revisaron si un futobolista de un equipo de Televisa iba armado, pero no revisaron si sus agresores iban armados. Por el contrario; los recibieron con sendos abrazos.
La pregunta es ¿así es la gente con la que se asocia Televisa?