Ni la policía ni el Ejército llegaron a tiempo.- vecinos


los Sicarios tubieron que pasar que pasar necesariamente en su huida frente a soldados en El Campanario, afirman habitantes del lugar de la masacre


Ni la policía ni el Ejército llegaron a tiempo para dar auxilio, de hecho el convoy de sicarios tuvo que pasar necesariamente en su huída frente a ellos por El Campanario, en donde estaban estacionados comiendo semillitas, dijeron ayer testigos de la masacre donde murieron 13 personas.
Vecinos, familiares y amigos de las víctimas coinciden en señalar que los autores de la masacre tuvieron todo el tiempo del mundo para actuar. Ni las ambulancias llegaron a tiempo, cada uno de los 16 heridos tuvo que ser trasladado en autos particulares a la clínica 66 del Seguro Social.

“No sabemos por qué fue todo esto, pero durante la mañana del sábado, hubo un asalto a los de Carta Blanca, los malandros bajaron cartones de cerveza y pasaron burlándose por aquí, sin que nadie les hiciera nada”, informaron los vecinos.

A más de diez horas de ocurridos los hechos, los familiares reclamaban el patrullaje que hacían elementos de la Policía Federal muy cerca del sector, deteniendo para su inspección a cuando vehículo circulaba por el lugar apoyados desde el aire por un helicóptero. “Ya para qué?, fue el reclamo de los deudos.

Habitantes del sector que en todo momento prefirieron no revelar su identidad,
ni que se les tomaran fotografías, coincidieron en señalar que los sicarios actuaron con toda impunidad, sin temor a ser vistos o que fueran detectados por la autoridad.

“Se escucharon muchos disparos, al principio creíamos que eran cuetes, pero después oímos el corredero y el llanto de las muchachitas que estaban en la fiesta; después vino el silencio y un fuerte olor a pólvora”, dijo uno de los testigos.

Luego de esto, los sicarios subieron tranquilamente a sus camionetas, algunos de ellos regresaron todavía a robarles sus carteras a los jóvenes que ya estaban muertos y de las tres viviendas a las que ingresaron se llevaron una televisión y aparatos electrodomésticos, explicaron testigos.
Los autores de esta masacre viajaban en al menos 7 camionetas, algunas de ellas Cherokee. Todos se fueron muy despacio.
“No les bastó con venir y matar gente, sino que también se metieron a robar descaradamente y aunque se pidió auxilio por distintos medios, ninguna patrulla, ninguna volanta del Ejército acudió a brindar auxilio”, reclamaron vecinos.

Es más, el convoy, tuvo que pasar necesariamente por donde estaba un grupo de militares a quienes acudimos a pedir auxilio. “Ellos estaban comiendo muy tranquilamente semillitas; nadie movió un dedo”.



A diez horas de ocurrida la masacre, el lugar se encontraba prácticamente abierto al público, decenas de curiosos se acercaban al lugar para observar los charcos de sangre en el interior de la vivienda marcada con el número 1310 de la calle Villa del Portal.



No había cordón de resguardo policíaco, ni policías vigilando el lugar en donde todavía se podía observar como evidencias, una cobija, un par de zapatos negros, guantes, así como las huellas de sangre cuando las víctimas se recargaban en la pared.

En el exterior de la vivienda, se hallaban, camisas, chamarras, suéteres de algunas de las víctimas que en la desesperación les fueron quitadas por sus familiares para tratar de contener la sangre de sus heridas.

A unas cuantas cuadras del lugar, decenas de patrullas policíacas realizaban vigilancia, muy lejos de los vecinos que mostraban su repudio ante lo “inútiles”, que son, fue el reclamo de los habitantes del lugar.


en mi opinion personal los elementos del ejercito y los federales que estan ahi despues de cada ejecusion es para contaminar el area del crimen y vijilar de cerca los movimientos de los familiares de los ejecutados para impedir que se organisen como sociedad y se les salga mas de control su desmadrito de estado.