Renato Ascencio León, obispo de la Diócesis de Ciudad Juárez fue tajante al criticar los cambios en los planes de deportación del gobierno de Estados Unidos, que calificó de xenofóbicos, al incluir la repatriación de mexicanos por zonas desérticas de Presidio y Ojinaga, pero además lamentó la tibia respuesta de funcionarios federales al respecto.
Hace apenas unas semanas, el secretario de Fomento Social de Gobierno del Estado, habló en Juárez acerca de estos cambios en los planes de deportación de Estados Unidos y adelantó, que muchas de las deportaciones se realizarían por la zona de Ojinaga y Presidio.
Este lunes antes de iniciar la misa a favor de los migrantes fallecidos en pos del sueño americano, el obispo de Juárez criticó esta decisión del gobierno de EU.
“He tratado de analizar esta propuesta y no le encuentro ni pies, ni cabeza, cómo es posible que se prefiera un lugar prácticamente desértico, que un lugar donde hay más posibilidades para el tránsito, yo creo que esto es algo traído fuera de la cabeza y no es sino una manifestación de una actitud xenofóbica”.
Pero el obispo experto en temas de migración fue más allá y cuestionó el papel de las autoridades mexicanas en esta decisión.
“Como que dentro del gobierno no encontramos un líder que venga verdaderamente a defender esta situación que están viviendo los hermanos migrantes, yo no veo, por ejemplo ningún interés por parte de la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, nunca he oído una expresión de parte de ella, en estos tres años que tiene como funcionaria, que es un puesto muy importante en este tema de migración”…
“Esperamos que haya un valiente y que haya alguna expresión, la Iglesia puede estar predicando en el desierto, pero quién nos escucha, tal vez piensan que no es sino una intención buena… Ellos no vienen (funcionarios) a ensuciarse los pies aquí en estos lugares, donde estamos nosotros en la frontera, nosotros vamos a esos mismos lugares donde van nuestros hermanos migrantes, pero de ellos quiénes están”.
Armando Ochoa, obispo de El Paso, Texas, dijo desconocer la intención del gobierno de Estados Unidos de realizar cambios en sus programas de deportación, que incluye la repatriación por zonas desérticas; sin embargo, descartó que este año el gobierno de Barack Obama, tenga dentro de sus prioridades el tema de la reforma migratoria.
Aunque el obispo Ochoa, dijo desconocer los cambios en la política de deportación que incluyen repatriar a los mexicanos por la zona de Presidio y Ojinaga, manifestó que los recursos debían ser un tema a considerarse en esta política, por los gastos que puede generar estos cambios.
El obispo Ochoa, dijo que según información difundida desde la campaña del actual Presidente de EU, el tema migratorio, sí ocupa un lugar importante, pero no prioritario para este año.
La Conferencia Episcopal de EU continúa sentada a la mesa insistiendo en el tema de la reforma migratoria, dijo el líder religioso de El Paso, y esperando que el 2010, sin embargo finalizó diciendo que quien decide sobre la prioridad será el Presidente.