Veracruzanas emprenden huelgas de hambre, ante la falta de oportunidades

Por Laura Castro Medina/corresponsal, Ciudad Mendoza, Veracruz. 28 sep. 09(CIMAC).- En un acto de desesperación y al no encontrar respaldo alguno por parte de las autoridades municipales de Ciudad Mendoza, Veracruz, en los últimos días mujeres veracruzanas emprendieron huelgas de hambre en diferentes puntos de la región ante la falta de oportunidades laborales, arriesgando aún su propia vida.



Tal es el caso de Reina Méndez, comerciante que este fin de semana fue retirada contra su voluntad del parque Miguel Hidalgo, del municipio de Ciudad Mendoza, para ser trasladada a un hospital, luego de un ayuno sostenido por 18 días para exigir a la presidenta municipal, Dulce María Romero Aquino, su reinstalación como vendedora semifija en las calles del centro de la localidad, además de la reposición de las perdidas sufridas tras un violento desalojo de ambulantes ordenado por la autoridad municipal.



De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Salud de la entidad, Reina enfrenta un cuadro de deshidratación, pero su estado de salud es estable.



Al respecto, familiares, amigas y amigos de Reina aseguraron a Cimacnoticias, que recurrió a esa medida ante la falta de sensibilidad de la presidenta municipal por atender problemas sociales derivados de la falta de empleo y hambre en los hogares.



Otro caso es el de Claudia Martínez, madre de dos niños de 7 y 13 años de edad y soporte económico de su familia, quien emprendió un ayuno por espacio de ocho días, tras ser despedida injustificadamente del ayuntamiento de Ciudad Mendoza en la zona centro de Veracruz.



Claudia, quien fuera empleada de confianza por más de año y medio del Gobernador del Estado, Fidel Herrera Beltrán, rechazó la liquidación de dos mil pesos que pretendía otorgarle la autoridad local ante la cerrazón de las autoridades para otorgar el pago justo, finalmente su demanda fue escuchada y resuelta.



Al respecto, Romero Aquino argumentó que el recorte en la plantilla laboral obedecía a un ajuste del gasto público municipal derivado de la difícil situación económica que enfrenta el Ayuntamiento a su cargo. Sin embargo el puesto de Claudia al día siguiente del despido y en un acto de claro nepotismo fue ocupado por la cuñada del propio regidor segundo, Carlos Ortiz Rodríguez.



Ambas mujeres coincidieron en que no buscaban provocar lástima de la comunidad, sino que fueron los únicos caminos que encontraron para manifestar su rechazo a las circunstancias que viven ya que ser madres solteras mayores de 35 años es un impedimento para acceder a un trabajo digno que les permita mantenerse a ellas y a sus hijos, aunque en este intento pongan en juego su propia vida.

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