Honduras: ensayo de futuros golpes


El terrorismo mediático y la actuación tardía de la Organización de Estados Americanos enmarcan el golpe de Estado militar en Honduras, ocurrido el pasado 28 de junio. También se evidencia la actuación de organizaciones como la Fundación UnoAmérica, la NED y la USAID, vinculadas con la ultraderecha
Stella Calloni/Prensa Latina
Buenos Aires, Argentina. El golpe militar en Honduras del pasado 28 de junio contra el gobierno del presidente Manuel Zelaya, surgido del Partido Liberal y quien tomó caminos independientes, será, para siempre, uno de los mayores ensayos del terrorismo mediático, entre otros modelos. Pero también lleva muchos mensajes detrás.
La Organización de Estados Americanos (OEA) actuó tardíamente. El 28 de junio debía haber estado en Honduras, como lo reclamó el presidente Zelaya.
Si bien tomó una posición ante la destacada presencia de América Latina, que incluso llevó al secretario general José Miguel Insulza a entregar en manos propias el ultimátum a los golpistas, algunos sectores plantean dudas sobre la lentitud de esos movimientos.
Analizando el golpe en sí, que no se diferencia de todo lo actuado a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI por Estados Unidos en América Latina, éste lleva otras cargas agregadas.
Abiertamente la televisora CNN hizo todo lo posible por legalizarlo. Burdo y evidente ha sido el intento.
Durante el primer día del golpe, que comenzó con el secuestro extremadamente violento del presidente y el traslado ilegal a Costa Rica, bajo monitoreo de las bases militares estadunidenses en Honduras, CNN intentó, durante todo el día, a través de una serie de entrevistas, que se inculpara al presidente Zelaya.
La pregunta en términos generales era: “¿Usted no cree que el presidente Zelaya es responsable por haber intentado esta consulta que muchos rechazaban?” Las respuestas mayoritariamente fueron contra el golpe, ante lo cual, la primera acción resultó derrotada. Pero no así la continuidad de la propaganda por otros medios.