Despiden los restos del Dr. Arroyo Galván en las instalaciones de la UACJ

Ante los restos mortales del profesor investigador Manuel Arroyo Galván, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, representada por sus directivos, docentes, alumnos y empleados, le rindió un homenaje luctuoso y, al mismo tiempo, exigió el esclarecimiento del crimen del que fue víctima.



“Manuel estás en tu campus”, expresó el director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ, Javier Sánchez Carlos, cuando minutos antes de las 15:00 horas de este primero de junio, arribó el cortejo fúnebre con el féretro que llevaba el cuerpo del profesor investigador victimado el viernes 29 de mayo.

Manuel Arroyo Galván fue recibido con los aplausos de los funcionarios de la UACJ que estuvieron encabezados por el rector Jorge Quintana Silveyra, directores de los institutos, docentes, alumnos, empleados administrativos de la Universidad, miembros de la sociedad civil y sus familiares que acudieron al instituto para rendirle un homenaje luctuoso.

La pieza musical “Piedras rodantes” del grupo de rock “El Tri” acompañó también la llegada del féretro a esta ceremonia lactosa que se llevó a cabo en la Plaza del Benemérito de las Américas del ICSA, en la que el rector Jorge Quintana Silveyra expresó que en la muerte de Manuel Arroyo, se ve también la muerte del maestro Gerardo González Guerrero, de los estudiantes que han sido victimados también y de las alumnas que se encuentran desaparecidas.

Dijo también que los universitarios honran el legado de entrega y esfuerzo del profesor que fue un ejemplo de superación permanente, pero también exigen, con la frente en alto, el rápido esclarecimiento de este crimen y la aprehensión de los culpables.

En esta ceremonia luctuosa, la profesora María Teresa Almada Mireles, dio una semblanza del profesor investigador, originario de Durango y miembro de una familia humilde que como muchas emigró a esta frontera. Relató la trayectoria juvenil de Arroyo Galván, quien con su trabajo en la industria maquiladora se costeó sus estudios y se refirió también a su labor en organizaciones sociales y pastorales de las que fue co-fundador.

En el acto luctuoso los directivos de la Universidad, docentes, alumnos y empleados realizaron guardias de honor a los restos mortales del profesor que después fueron llevados a una iglesia de la ciudad para una ceremonia religiosa y, del mismo modo en que se le recibió en el campus, Manuel Arroyo Galván fue despedido con aplausos.