Estados Unidos no quiere otra Guerra Fría con Rusia a raíz del conflicto por la región separatista de Osetia del Sur, en Georgia, en donde Moscú desplegó sus tropas para oponerse al intento de Tiflis por retomar el control de la zona rebelde. Así lo ha manifestado el jefe del Pentágono, Robert Gates, quien no obstante advirtió de las "consecuencias adversas" que provocará a largo plazo en la relación entre Washington y el Kremlin.
El secretario de Estado de Defensa de USA, formado como experto soviético en la CIA, subrayó que USA no tiene perspectivas de usar la fuerza militar en Georgia. Gates señaló que se ha trabajado muy duro durante 45 años para evitar un conflicto militar con Moscú y que hoy en día "no hay motivos para cambiar esa postura".
Por su parte, el subjefe del Estado Mayor Conjunto, el general James Cartwright, que acompañó a Gates en una rueda de prensa, dijo que "en términos generales" Rusia parece que ya está cumpliendo con los términos de un acuerdo de alto el fuego en Georgia al retirarse de la capital. Pero el compromiso se revela aún frágil, puesto que tropas rusas han destruido esta misma jornada instalaciones militares y navales en Georgia.
De acuerdo con las informaciones de USA, los aeropuertos de Georgia están abiertos al transporte de ayuda humanitaria, las carreteras no están bloqueadas y "parece que las tropas rusas se están retirando de las zonas en conflicto", señaló Gates.
En este sentido, detalló que la misión de USA sobre el terreno se limita únicamente a la ayuda humanitaria. Un equipo estadounidense se encuentra en suelo georgiano para evaluar las necesidades de la población y, en adelatne, se cuestionará el envío de ayuda para la reconstrucción económica y militar.
Los llamamientos de Washington a Moscú para pedir el cese de hostilidades se han reiterado desde que estalló el conflicto la semana pasada. Para Georgia, USA es su principal aliado en el extranjero, y de hecho su contigente en Irak es el tercero más amplio, tras el propio de USA y el de Gran Bretaña.
Rice, rumbo a Tiflis
La Secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, ha afirmado desde París que "ya es hora de poner fin a la crisis en Georgia", en una declaración a los medios tras entrevistarse con el presidente francés, Nicolás Sarkozy.
La diplomática estadounidense recordó que el presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha prometido detener las operaciones militares de su país en Georgia.
Por su parte, Sarkozy, presidente de turno de la Unión Europea, anunció que Rice lleva a Georgia "una serie de documentos" destinados a "consolidar la tregua" y permitir el comienzo de la retirada
# Los rusos vienen por América Latina
La publicación de la nota del diario ruso Pravda de hoy, titulada "El combate por Osetia del Sur se traslada a América Latina" pone en claro las intenciones que tendrían los rusos con respecto a la tensa situación que viven las relaciones entre Rusia y USA.:
"El reciente referendo en Bolivia, que ratificó a Evo Morales en su puesto, es interpretado por los rusos como una derrota de USA en el plano de América Latina: los separatistas bolivianos pro USA se ven obligados a aceptar el mando de un satélite de Hugo Chávez, aliado de Rusia.
"Los acontecimientos en Bolivia impulsan a determinadas reflexiones. Es indudable que la victoria del presidente boliviano tiene un significado positivo también para Rusia. Esta última se enfrentó ella misma con una agresión velada de los EE.UU. en Osetia del Sur. A todos les queda claro que los norteamericanos intentaron incrementar el “ardor caucasiano” con las manos georgianas.
Resultó que nosotros hace rato que no mantenemos la guerra fría, a diferencia de los “socios transoceánicos”. Y para dirigir su “energía” al cauce preciso corresponde transferir nuestra actividad a aquella región del mundo donde alguna vez fuimos fuertes. Se trata justamente de la presencia en América Latina. Tanto más, que una gran potencia no debe dejar escapar los beneficios estratégicos de la cooperación con los países aliados nuestros en esta región.
No se trata solamente de que Cuba y Venezuela respaldaron abiertamente a Rusia durante la agresión georgiana contra Osetia del Sur. La cooperación con La Habana y Caracas y La Paz en esos mismos ámbitos técnico-militar y de hidrocarburos nos reportan ya ingresos multimillonarios. Este trabajo ya se realiza. Podemos recordar la construcción del cosmodromo Alcántara en Brasil, los contratos firmados con Ecuador y Chile para la construcción de centrales atómicas. La compañía rusa “Lukoil” suscribió contratos con Venezuela para la explotación de yacimientos petroleros en la faja del Orinocco. Sin embargo es necesario trabajar más activamente con los líderes de los estados de la región, concertar con ellos la realización de proyectos económicos a largo plazo.
A veces los líderes de los países latinoamericanos que resisten a la influencia norteamericana en la región se preguntan “¿Dónde está Rusia?”. Como mínimo, el mismo Morales, que sufre la colosal presión de los USA. no es contrario a ampliar los volúmenes de la colaboración con Moscú y esto hay que aprovecharlo.
Día a día se amplía el bloque antinorteamericano del ALBA. Hace poco resolvió adherirse a él el gobierno de Honduras, que durante largos años fue un leal satélite de los EE.UU. En este sentido Rusia podría respaldarse en él para amplia su influencia en la región, tanto más que tanto Cuba como Venezuela no están en contra de suministrar su territorio para instalar bases militares rusas.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, durante su última visita a Moscú, le presentó al gobierno ruso una propuesta directa sobre la instalación de bases militares en el territorio de Venezuela. Esta variante de desarrollo de los acontecimientos no excluye tampoco a Cuba.
Rusia, respaldándose en sus aliados en América Latina, podría obligar a los norteamericanos a preocuparse por el cuidado de sus propias fronteras y no preocupar a extraños".
